En este original se revisa esta técnica, y se demuestra que tiene una tasa de fusión del 93 % y de complicaciones del 13 %. De todas formas, en este artículo se advierte de que la mayor parte de los artículos revisados son retrospectivos y que pudiera haber conflicto de interés entre los autores, lo cual pudiera hacer suponer que realmente los resultados fuesen peores y hubiera mayor número de complicaciones.
La técnica se esta extendiendo poco a poco, y consiste en realizar una fusión desde caudal hacia craneal, introduciendo un cilindro perforado y relleno de injerto, que se posiciona entre el cuerpo del sacro y de L5.
El punto de entrada es parasacral y permite acceder a la parte inferior del sacro por medio del deslizamiento del instrumental por la zona presacro, que es avascular.
En condiciones anatómicas favorables, se puede también incluir L4.