RESUMEN TEMA 4
TEMA 4- FRACTURAS DE LA CINTURA ESCAPULOTORACICA-HUMERO-CODO- RESUMEN
1. Fracturas de la Escápula
Características Generales
- Las fracturas de la escápula son infrecuentes, representando menos del 1% de todas las fracturas y el 3-5% de las fracturas de la cintura escapular. La mayoría de estas fracturas se producen como resultado de traumatismos de alta energía, como accidentes de tráfico o caídas desde altura, lo que suele asociarse a otras lesiones, como neumotórax, fracturas costales o contusiones pulmonares.
- Son difíciles de diagnosticar mediante radiografía simple debido a la superposición de estructuras óseas y musculares, por lo que frecuentemente es necesario complementar el estudio con una tomografía computarizada (TAC) para visualizar correctamente las fracturas, especialmente si estas afectan las articulaciones (glenoidea o acromioclavicular).
Clasificación de las Fracturas de Escápula
- Las fracturas de la escápula se clasifican principalmente en función de su localización:
- Fracturas del cuerpo de la escápula: Representan alrededor del 50-60% de los casos.
- Fracturas del cuello de la escápula: Corresponden al 25% de las fracturas escapulares. Pueden ser estables o inestables. Las fracturas inestables son aquellas asociadas a desplazamientos significativos o a fracturas concomitantes de la clavícula o desgarros de los ligamentos coracoclaviculares.
- Fracturas de la apófisis coracoides: Aunque raras, pueden estar asociadas a avulsiones musculares (bíceps o coracobraquial).
- Fracturas de la espina escapular o del acromion: Involucran la prominencia ósea posterior y el punto de inserción del músculo trapecio.
Proyecciones Radiográficas
- Para evaluar una fractura de la escápula se utilizan las siguientes proyecciones radiográficas:
- Anteroposterior (AP)
- Lateral en “Y”: Útil para visualizar la glena, el cuerpo y el acromion.
- Axilar: Para evaluar las relaciones entre la coracoides y la cabeza humeral.
Examen Clínico
- Hipersensibilidad a la palpación en la zona de la fractura, aumento de volumen y equimosis son hallazgos comunes.
- Puede haber crepitación al movilizar el omóplato, y el rango de movimiento del hombro está generalmente limitado.
- Es importante realizar una evaluación neurovascular completa para descartar lesiones del plexo braquial o vasos axilares.
Tratamiento de las Fracturas de Escápula
- El tratamiento depende del grado de desplazamiento y de la afectación articular.
- Fracturas poco desplazadas o extraarticulares: Se tratan de forma conservadora mediante inmovilización con cabestrillo o vendaje de Velpeau durante 3-4 semanas, seguido de movilización progresiva y potenciación de los músculos interescapulares, serrato anterior y trapecio.
- Fracturas desplazadas o articulares: En estos casos, se recomienda el tratamiento quirúrgico mediante reducción abierta y osteosíntesis, especialmente si hay afectación de las articulaciones glenohumerales o acromioclaviculares. Tras la osteosíntesis, se permite una movilización temprana (7-10 días) si la fijación es estable, y una inmovilización de 3 semanas en casos de fijación inestable.
Complicaciones de las Fracturas de Escápula
- Lesiones del plexo braquial: Ocurren en fracturas graves o por lesiones por tracción. Su incidencia es baja pero pueden tener consecuencias severas, como parálisis o debilidad permanente.
- Pseudoartrosis: En casos de fracturas mal consolidadas, particularmente en el cuello de la escápula, lo que puede causar inestabilidad.
- Consolidaciones viciosas: A menudo relacionadas con fracturas del cuerpo o cuello escapular, que pueden limitar el rango de movimiento del hombro.
- Artropatía degenerativa glenohumeral: Especialmente en fracturas articulares mal alineadas o no tratadas.
- Lesión del nervio subescapular: Puede ocurrir durante el abordaje quirúrgico posterior.
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2. Fractura de la Apófisis Coracoides
Características
- Las fracturas de la apófisis coracoides son raras y están clasificadas según su relación con los ligamentos coracoclaviculares:
- Fracturas proximales: No afectan los ligamentos coracoclaviculares.
- Fracturas distales: A menudo causan avulsión del tendón del bíceps o del coracobraquial.
Tratamiento
- El tratamiento depende del grado de desplazamiento y de la estabilidad de la fractura. Si la fractura es estable y no está desplazada, se maneja de forma conservadora con inmovilización en cabestrillo.
- En caso de desplazamiento significativo, puede ser necesario un tratamiento quirúrgico para restablecer la continuidad ósea y evitar complicaciones futuras.
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3. Lesiones Acromioclaviculares
Características
- Las luxaciones acromioclaviculares representan entre el 9-10% de las lesiones de la cintura escapular, y son más comunes en hombres jóvenes y en deportes de contacto.
- La luxación acromioclavicular puede ser causada por un golpe directo sobre el hombro en aducción, o por un traumatismo indirecto que transmite la fuerza a través de la cabeza humeral hacia la clavícula.
Clasificación de Rockwood
- Tipo I: Esguince del ligamento acromioclavicular. Radiografías normales.
- Tipo II: Rotura del ligamento acromioclavicular, pero sin afectación significativa del espacio coracoclavicular. Radiografías normales o casi normales.
- Tipo III: Rotura tanto del ligamento acromioclavicular como del coracoclavicular, con ensanchamiento del espacio coracoclavicular hasta un 100%.
- Tipo IV: Desplazamiento posterior de la clavícula dentro del trapecio, visible en radiografías o tomografía.
- Tipo V: Desplazamiento superior importante (>300% del espacio coracoclavicular).
- Tipo VI: Desplazamiento inferior de la clavícula, subacromial o subcoracoideo, asociado a un trauma significativo.
Tratamiento
- Tipos I y II: Se manejan de manera conservadora con cabestrillo y hielo, con un periodo de inmovilización de 7 a 14 días y posterior rehabilitación.
- Tipo III: En pacientes jóvenes o activos, especialmente aquellos que necesitan usar el brazo por encima del plano horizontal (deportes o trabajos físicos), se valora la estabilización quirúrgica. Existen múltiples técnicas quirúrgicas para la reparación.
- Tipos IV-VI: Se realiza una reducción abierta y reparación quirúrgica de los ligamentos coracoclaviculares y acromioclaviculares.
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4. Hombro Flotante
Descripción
- El "hombro flotante" se refiere a la combinación de una fractura de la clavícula y una fractura de la escápula, lo que compromete el complejo suspensorio del hombro. Es una lesión rara, que representa menos del 2% de las fracturas escapulares.
Tratamiento
- El tratamiento generalmente consiste en la reducción y estabilización quirúrgica de la clavícula, lo que produce una reducción indirecta del cuello de la escápula. En casos severos, también puede requerirse la estabilización quirúrgica directa de la escápula.
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5. Luxación Esternoclavicular
Características
- La luxación esternoclavicular es una lesión rara. Las luxaciones anteriores son más comunes y suelen manejarse de forma conservadora, mientras que las luxaciones posteriores representan una urgencia quirúrgica debido a la posible compresión de estructuras vitales cercanas (tráquea, vasos sanguíneos).
Clasificación
- Tipo I: Rotura parcial de los ligamentos esternoclaviculares. No hay inestabilidad significativa.
- Tipo II: Rotura completa de los ligamentos esternoclaviculares, pero los ligamentos costoclaviculares permanecen intactos.
- Tipo III: Rotura completa de los ligamentos esternoclaviculares y costoclaviculares, lo que lleva a una luxación completa de la clavícula.
Tratamiento
- Las luxaciones anteriores suelen requerir únicamente cabestrillo y tratamiento conservador.
- Las luxaciones posteriores representan una urgencia médica, ya que la clavícula desplazada hacia atrás puede comprimir estructuras vitales, como la tráquea, los vasos sanguíneos principales o el esófago. Estas luxaciones requieren una reducción inmediata bajo anestesia general y, en ocasiones, la colocación de dispositivos de fijación para mantener la reducción.
Complicaciones
- Deformidad cosmética: Es la complicación más común, especialmente en luxaciones anteriores que no requieren tratamiento quirúrgico. Aunque puede no afectar la función, la prominencia visible de la clavícula desplazada puede ser motivo de preocupación estética para algunos pacientes.
- Lesión de estructuras vitales: En las luxaciones posteriores, existe el riesgo de lesión o compresión de estructuras importantes cercanas (tráquea, vasos subclavios, esófago). Si no se trata de manera oportuna, esto puede provocar complicaciones graves, como dificultad respiratoria o hemorragias.
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6. Fracturas de Clavícula
Epidemiología
- Las fracturas de la clavícula son comunes, representando entre el 2,6-12% de todas las fracturas y hasta el 66% de las fracturas de hombro. Son más frecuentes en pacientes jóvenes y activos, especialmente aquellos que participan en actividades deportivas.
- Los hombres son más propensos a sufrir este tipo de lesiones que las mujeres, en una proporción de aproximadamente 2:1.
Etiología y Mecanismo de Producción
- La mayoría de las fracturas de clavícula ocurren por traumatismos directos (87%) sobre el hombro o la clavícula, como una caída directa sobre el hombro. El traumatismo indirecto (7%) puede ocurrir por una caída sobre la mano con el brazo extendido, transmitiendo la fuerza hacia la clavícula.
- Otras causas incluyen lesiones por convulsiones o fracturas por estrés, aunque son menos frecuentes.
Clasificación
Las fracturas de clavícula se dividen en tres tipos según su localización:
- Tercio medio: Es el sitio más común de fractura (75-80% de los casos).
- Tercio distal: Alrededor del 15-20% de los casos. Estas fracturas pueden comportarse como luxaciones acromioclaviculares si afectan los ligamentos coracoclaviculares.
- Tercio proximal: Representa solo el 5% de los casos y está más asociado con lesiones de alta energía y otras fracturas concomitantes, como fracturas costales o de la escápula.
Lesiones Asociadas
- Hasta un 9% de las fracturas de clavícula están asociadas con otras lesiones, siendo las más comunes las fracturas costales. Otras posibles lesiones incluyen neumotórax, hemotórax, fracturas de la escápula o fracturas del húmero proximal. También pueden ocurrir lesiones del plexo braquial, especialmente en fracturas del tercio proximal de la clavícula.
Tratamiento de las Fracturas de Clavícula
Tratamiento Conservador
- La mayoría de las fracturas de clavícula se tratan de manera conservadora mediante inmovilización con un cabestrillo o dispositivos en "8". El objetivo es permitir que la fractura consolide de forma natural, lo que suele ocurrir en la mayoría de los casos.
- Se recomienda la movilización precoz del hombro para evitar la rigidez articular, generalmente después de 3 semanas de inmovilización.
Tratamiento Quirúrgico
- Las indicaciones para la cirugía incluyen:
- Acortamiento de más de 2 cm.
- Fracturas abiertas.
- Fracturas irreductibles debido a la interposición de tejidos blandos, como la piel o el periostio.
- Lesión vascular o neurológica.
- Fracturas del tercio distal que se comportan como luxaciones acromioclaviculares.
- Fracturas bilaterales de clavícula.
- Fracturas en pacientes con alto riesgo de complicaciones, como aquellos con enfermedades que afecten la consolidación ósea (p. ej., Parkinson).
Complicaciones
- Consolidación viciosa: Puede producirse cuando los fragmentos no se alinean adecuadamente, lo que resulta en una deformidad visible o en limitación funcional del hombro.
- Pseudoartrosis: En raras ocasiones, especialmente en fracturas con desplazamiento significativo o fracturas abiertas, la clavícula puede no consolidar adecuadamente, lo que lleva a inestabilidad crónica y dolor.
- Lesiones neurovasculares: Estas complicaciones son más frecuentes en fracturas del tercio proximal de la clavícula.
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7. Luxación del Hombro
Descripción General
- La luxación de hombro es una lesión común, y la luxación anterior es el tipo más frecuente, representando aproximadamente el 95% de los casos. La cabeza del húmero se desplaza hacia adelante respecto a la cavidad glenoidea, lo que ocurre con mayor frecuencia cuando el brazo está en abducción y rotación externa.
- Las luxaciones posteriores y multidireccionales son mucho menos comunes, aunque las luxaciones posteriores pueden ser subdiagnosticadas si no se utilizan las proyecciones radiográficas adecuadas (como una radiografía lateral o transtorácica).
Clasificación
- Luxación anterior: El húmero se desplaza hacia delante de la glena escapular. Puede ocurrir por una caída sobre la mano con el brazo en abducción y rotación externa.
- Luxación posterior: Más difícil de diagnosticar, ocurre cuando el húmero se desplaza hacia atrás, a menudo después de una convulsión o un traumatismo directo en el frente del hombro.
- Luxación erecta o dislocación posterior verdadera: Ocurre en situaciones de trauma extremo y puede acompañarse de fracturas importantes.
- Luxación-fractura: Las luxaciones pueden estar asociadas a fracturas de la cavidad glenoidea o de la cabeza humeral, lo que añade complejidad al tratamiento.
- Luxación multidireccional: Ocurre en pacientes con hiperlaxitud ligamentaria o tras múltiples episodios de luxación.
Luxación Anterior
- Es el tipo más común de luxación del hombro. Se produce por una caída sobre la mano con el brazo en abducción y rotación externa. Los pacientes presentan deformidad evidente ("hombro en charretera") y pérdida del contorno normal del hombro. El tratamiento consiste en una reducción inmediata seguida de inmovilización durante 3 semanas con un cabestrillo. Posteriormente, se inicia la movilización progresiva para prevenir la rigidez.
Complicaciones
- Luxación recidivante: Especialmente frecuente en varones jóvenes (<20 años) tras la primera luxación, con una tasa de recurrencia de hasta el 90%. La lesión de Bankart (desgarro del labrum glenoideo) es una causa común de inestabilidad recurrente.
- Lesiones vasculonerviosas: Pueden afectar al nervio axilar o, más raramente, a la arteria axilar, lo que puede provocar debilidad o parálisis del músculo deltoides.
- Lesiones óseas asociadas: Las fracturas de la tuberosidad mayor ocurren en aproximadamente el 10% de los casos. La lesión de Hill-Sachs, que implica una fractura impactada en la cabeza humeral, está presente en un 40-90% de los casos de luxaciones recidivantes.
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8. Luxación Posterior del Hombro
Características
- Ocurre cuando la cabeza del húmero se desplaza hacia atrás respecto a la cavidad glenoidea. Es una lesión poco común pero grave, a menudo subdiagnosticada debido a la dificultad para identificarla en radiografías anteroposteriores. Requiere la realización de radiografías laterales o transtorácicas para su correcto diagnóstico.
Tratamiento
- La reducción de las luxaciones posteriores se realiza bajo anestesia, con tracción suave en el brazo para permitir que la cabeza del húmero vuelva a su posición normal. Posteriormente, se inmoviliza el hombro y se inicia una rehabilitación progresiva.
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9. Fracturas de Cuello de Húmero
Características Generales
- Son más frecuentes en personas ancianas, especialmente mujeres, debido a la osteoporosis. Se producen habitualmente por caídas sobre el hombro o trauma indirecto.
Clasificación
- Fracturas extraarticulares: Incluyen fracturas de la tuberosidad mayor (troquíter) y del cuello quirúrgico.
- Fracturas articulares: Afectan la superficie articular de la cabeza humeral y suelen ser más graves.
- Las fracturas extraarticulares incluyen las fracturas tuberositarias, que pueden afectar el troquíter (inserción del supraespinoso) o el troquín (inserción del subescapular). Estas fracturas pueden comprometer la rotación del hombro y la función muscular.
- Las fracturas infra-tuberositarias (cuello quirúrgico) son más comunes en personas mayores y representan hasta un 70% de las fracturas de húmero proximal.
- Las fracturas articulares incluyen fracturas céfalo-metafisiarias, en las que la fractura se extiende desde la cabeza humeral hasta la metáfisis del hueso, lo que compromete la estabilidad articular.
Mecanismo de Producción
- Las fracturas de cuello de húmero suelen ser consecuencia de una caída directa sobre el hombro o un traumatismo indirecto, como una caída sobre la mano con el brazo extendido que transmite la fuerza al húmero proximal.
Examen Clínico
- Los pacientes presentan dolor intenso, incapacidad para mover el hombro y deformidad en la región del húmero proximal.
- Es importante realizar una evaluación neurovascular completa para descartar lesiones del nervio axilar o arteria axilar, que pueden complicar el tratamiento y afectar la recuperación.
Tratamiento
- En personas ancianas, la mayoría de las fracturas de húmero proximal se tratan de forma conservadora con inmovilización en cabestrillo durante 3 semanas, seguida de movilización progresiva.
- En pacientes más jóvenes, o en fracturas conminutas o desplazadas, se puede optar por el tratamiento quirúrgico mediante reducción abierta y fijación interna con placas y tornillos, o el uso de una prótesis humeral en casos graves donde la cabeza humeral esté comprometida.
- En casos menos graves, también puede optarse por un enclavijado elástico (Hacketal) o el uso de un clavo intramedular, que permiten una reeducación precoz del hombro.
Complicaciones
- Necrosis avascular de la cabeza humeral: Ocurre en el 1% de los casos, especialmente en fracturas que comprometen el suministro sanguíneo al húmero proximal.
- Pseudoartrosis: Es poco común, pero puede presentarse si la fractura no se consolida adecuadamente.
- Rigidez del hombro: Puede ocurrir como resultado de una inmovilización prolongada o un tratamiento inadecuado, lo que limita significativamente el rango de movimiento del hombro.
- Callos viciosos: En fracturas mal reducidas o con consolidación defectuosa, el paciente puede experimentar molestias o pérdida funcional a largo plazo.
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10. Fracturas Diafisarias del Húmero
Características Generales
- Las fracturas diafisarias del húmero son comunes y pueden ser consecuencia de traumatismos directos o indirectos, como caídas o accidentes automovilísticos. Representan aproximadamente el 3-5% de todas las fracturas de huesos largos.
Examen Clínico
- Los pacientes suelen presentar:
- Dolor intenso en el foco de la fractura.
- Deformidad visible del brazo debido al desplazamiento de los fragmentos óseos.
- Movilidad anormal y crepitación en el sitio de la fractura.
- Acortamiento del brazo debido a la separación de los fragmentos.
- Es esencial evaluar la función neurovascular, prestando especial atención a la posible lesión del nervio radial, que puede ser lesionado en hasta el 18% de las fracturas diafisarias del húmero. Los pacientes pueden presentar caída de muñeca o pérdida de sensibilidad en el dorso de la mano.
Tratamiento
- En general, el tratamiento de las fracturas diafisarias del húmero puede ser conservador o quirúrgico, dependiendo de la estabilidad de la fractura, la alineación de los fragmentos y la presencia de lesiones neurovasculares.
Tratamiento Conservador
- Las fracturas estables y bien alineadas se tratan con férulas funcionales o yeso braquial, lo que permite cierto grado de movimiento en el hombro y el codo mientras la fractura cicatriza.
- Los pacientes deben ser evaluados regularmente mediante radiografías para asegurarse de que no haya desplazamiento durante el proceso de consolidación.
Tratamiento Quirúrgico
- Indicaciones para el tratamiento quirúrgico:
- Fracturas irreductibles: Fracturas en las que no se puede lograr una buena alineación con tratamiento conservador.
- Fracturas expuestas: Requieren limpieza quirúrgica, reducción y fijación interna para evitar infecciones.
- Fracturas con lesión vascular o nerviosa: Estas requieren tratamiento urgente para restaurar la función neurovascular.
- Fracturas con lesiones asociadas: Como fracturas del codo o antebrazo, que comprometen la movilidad y requieren tratamiento quirúrgico combinado.
- Fracturas patológicas: Asociadas a enfermedades como tumores óseos o metástasis.
- Fracturas segmentarias o bilaterales: En casos de fracturas complejas o múltiples, la cirugía es necesaria para restaurar la función del brazo.
Técnicas Quirúrgicas
- Placas y tornillos: Se utilizan para proporcionar una fijación estable, permitiendo la movilización temprana de las articulaciones cercanas.
- Clavos intramedulares: Este método permite una fijación menos invasiva, especialmente en fracturas transversales o segmentarias. Los clavos pueden ser bloqueados para evitar el desplazamiento de los fragmentos.
Complicaciones
- Lesión del nervio radial: Es la complicación más frecuente. En la mayoría de los casos, la recuperación es espontánea, pero en algunos casos puede requerir cirugía exploratoria.
- Pseudoartrosis: Puede ocurrir en aproximadamente el 2-10% de los casos, especialmente en fracturas inestables o tratadas de manera conservadora.
- Síndrome compartimental: Es una complicación grave en la que el aumento de la presión dentro del compartimento muscular del brazo compromete el flujo sanguíneo y la función nerviosa, lo que requiere una fasciotomía urgente.
- Consolidación viciosa: Puede resultar en deformidades del brazo, con pérdida de función significativa, especialmente si los fragmentos no están alineados adecuadamente.
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11. Fracturas Supracondíleas e Intercondíleas del Húmero Distal
Características Generales
- Las fracturas del húmero distal son lesiones graves, que pueden comprometer tanto la estabilidad articular del codo como la función neurovascular del brazo. Estas fracturas se producen con mayor frecuencia en caídas sobre la mano o el codo, y son más comunes en niños (fracturas supracondíleas) y adultos mayores (fracturas intercondíleas).
Clasificación
- Las fracturas del húmero distal se clasifican según su localización y su afectación articular:
- Tipo A: Fracturas extraarticulares (supracondíleas) que no afectan la superficie articular del codo.
- Tipo B: Fracturas parciales del cóndilo, que comprometen una parte de la articulación.
- Tipo C: Fracturas supraintercondíleas o articulares complejas, que incluyen fracturas en T o Y.
Tratamiento
- El objetivo del tratamiento es restaurar la anatomía articular y permitir la movilización temprana del codo para evitar la rigidez.
Tratamiento Conservador
- Las fracturas no desplazadas o poco desplazadas en niños pueden tratarse de forma conservadora mediante inmovilización con yeso a 90° durante 3-6 semanas.
Tratamiento Quirúrgico
- La mayoría de las fracturas del húmero distal requieren tratamiento quirúrgico, especialmente en fracturas desplazadas o articulares. La osteosíntesis con placas y tornillos es el tratamiento de elección, utilizando dos placas colocadas sobre los dos pilares del húmero para garantizar la estabilidad.
Complicaciones
- Lesiones neurovasculares: Las fracturas supracondíleas pueden comprometer el nervio mediano o el nervio cubital, así como la arteria braquial, lo que puede llevar a complicaciones graves como el síndrome de Volkmann (contractura isquémica del antebrazo).
- Rigidez articular: Es una complicación frecuente en fracturas del húmero distal, especialmente si la inmovilización es prolongada o si la rehabilitación es inadecuada.
- Artrosis postraumática: Es una complicación frecuente en fracturas que afectan la articulación del codo, especialmente si la reducción no es anatómica o la superficie articular no se restablece adecuadamente. La artrosis postraumática puede generar dolor crónico, rigidez y pérdida significativa de la función del codo.
- Consolidación viciosa: Si la fractura no consolida en una posición adecuada, puede producirse una deformidad del codo que limita el rango de movimiento. Esto es especialmente problemático en las fracturas supraintercondíleas que afectan la alineación normal del húmero distal.
- Pseudoartrosis: Es menos común en fracturas del húmero distal, pero cuando ocurre, puede ser necesario un tratamiento quirúrgico de revisión, como injerto óseo y estabilización con nuevas placas o fijadores.
- Síndrome compartimental: Aunque es más común en fracturas diafisarias del húmero, las fracturas del húmero distal también pueden producir un síndrome compartimental, que compromete la circulación y la función nerviosa del antebrazo. Requiere fasciotomía urgente.
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12. Fracturas del Olecranon
Descripción General
- El olécranon es la parte más prominente del codo y forma parte de la articulación del codo. Las fracturas del olécranon son fracturas intraarticulares y ocurren con mayor frecuencia debido a caídas sobre el codo o golpes directos en la parte posterior del codo.
Clasificación
- Las fracturas del olécranon pueden clasificarse en función de su grado de desplazamiento y su complejidad:
- Fracturas no desplazadas: La superficie articular permanece alineada y no hay pérdida de continuidad ósea significativa.
- Fracturas desplazadas: Los fragmentos del olécranon se separan, lo que afecta la alineación de la articulación del codo.
- Fracturas conminutas: Son fracturas más complejas, en las que el olécranon se fragmenta en múltiples piezas, lo que dificulta la reducción y la fijación.
Tratamiento
- Fracturas no desplazadas: Estas se tratan de forma conservadora, con inmovilización en yeso durante aproximadamente 3 semanas. Durante este tiempo, se debe evitar el movimiento del codo para asegurar la consolidación adecuada de la fractura.
- Fracturas desplazadas: Requieren tratamiento quirúrgico para restablecer la alineación articular. Las técnicas quirúrgicas incluyen:
- Osteosíntesis con cerclaje en "8" (técnica de Obenque): Se colocan dos clavijas y un alambre metálico en forma de ocho para comprimir la fractura, permitiendo una fijación estable y permitiendo la movilización temprana.
- Placas y tornillos: En fracturas conminutas o muy desplazadas, el uso de placas y tornillos es necesario para proporcionar estabilidad suficiente y permitir la rehabilitación precoz.
Complicaciones
- Rigidez del codo: Es una complicación común debido a la proximidad de la fractura a la articulación del codo. La rehabilitación temprana es fundamental para minimizar el riesgo de rigidez.
- Infecciones: Pueden ocurrir en casos de fracturas abiertas o después de la cirugía, lo que puede requerir tratamiento antibiótico o cirugía adicional para limpiar el sitio de la infección.
- Pseudoartrosis: En algunos casos, la fractura del olécranon no consolida adecuadamente, lo que resulta en inestabilidad y dolor crónico.
- Artrosis postraumática: Puede ocurrir si la superficie articular del olécranon no se repara correctamente, lo que lleva al desgaste y deterioro de la articulación del codo.
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13. Luxación de Codo
Descripción General
- La luxación de codo es la segunda luxación articular más frecuente en adultos, después de la luxación de hombro. La luxación posterior es la más común y se produce cuando el olécranon se desplaza hacia atrás respecto al húmero, generalmente como resultado de una caída sobre la mano con el codo en extensión.
Clasificación
- Luxación posterior: Es el tipo más frecuente, con desplazamiento hacia atrás del olécranon.
- Luxación anterior: Mucho más rara, en la que el olécranon se desplaza hacia adelante.
- Luxación divergente: Rara, pero grave, donde el radio y el cúbito se desplazan en diferentes direcciones.
Examen Clínico
- Los pacientes con luxación de codo presentan una deformidad evidente, con el antebrazo desplazado en comparación con el húmero. La movilidad del codo está severamente limitada, y los pacientes experimentan dolor intenso y edema alrededor de la articulación.
- Es importante realizar una evaluación neurovascular completa para descartar lesiones de los nervios mediano o cubital, o lesiones vasculares que puedan comprometer la circulación del brazo.
Tratamiento
- La reducción cerrada bajo anestesia es el tratamiento de elección para la mayoría de las luxaciones de codo. Una vez reducida la luxación, se inmoviliza el codo con una férula durante 3 semanas, permitiendo una movilización temprana tras retirar la inmovilización para prevenir la rigidez.
- En luxaciones complicadas o con fracturas asociadas (como la triada terrible del codo), puede ser necesario un tratamiento quirúrgico más complejo para reparar las fracturas y estabilizar la articulación.
Complicaciones
- Rigidez articular: Es la complicación más común después de una luxación de codo, especialmente si la inmovilización es prolongada. La movilización precoz puede ayudar a prevenir la rigidez.
- Reluxación: Aunque la reluxación es poco común, algunos pacientes pueden desarrollar inestabilidad crónica del codo.
- Osificaciones heterotópicas: En algunos casos, el trauma del codo puede provocar el desarrollo de hueso dentro de los músculos alrededor de la articulación, lo que limita el movimiento.
- Lesiones neurovasculares: La compresión o el daño a los nervios o vasos sanguíneos cercanos puede producir complicaciones neurológicas o vasculares a largo plazo.
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14. Triada Terrible del Codo
Descripción General
- La triada terrible del codo es una combinación de tres lesiones graves:
- Luxación del codo.
- Fractura de la apófisis coronoides.
- Fractura de la cabeza del radio.
- Esta combinación lesiona todos los estabilizadores principales del codo, incluyendo tanto los ligamentos anterior y posterior, como los ligamentos colaterales.
Tratamiento
- Es esencial realizar una reducción inmediata de la luxación del codo. Luego, se procede a la reparación de la fractura de la apófisis coronoides y a la estabilización de la cabeza del radio, ya sea mediante osteosíntesis o con la colocación de una prótesis de cabeza radial si la fractura es irreparable.
- Además, se debe reparar cualquier daño a los ligamentos para restaurar la estabilidad del codo.
Complicaciones
- Rigidez: Debido a la complejidad de las lesiones, la rigidez del codo es una complicación común. La rehabilitación intensiva es crucial para intentar recuperar la movilidad.
- Inestabilidad crónica: Si las estructuras estabilizadoras del codo no se reparan adecuadamente, los pacientes pueden experimentar inestabilidad a largo plazo, con riesgo de luxaciones recurrentes.
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15. Rigidez del Codo
Descripción General
- La rigidez del codo puede desarrollarse tras traumatismos, cirugía o inmovilización prolongada, y puede afectar la flexión, extensión, pronación y supinación del codo. Esta afección limita considerablemente la función del brazo y puede comprometer las actividades diarias.
Causas
- Postraumática: La rigidez postraumática es la causa más común, especialmente después de fracturas, luxaciones o lesiones de tejidos blandos.
- Posquirúrgica: Las cicatrices formadas tras una intervención quirúrgica pueden limitar el movimiento del codo.
- Infección: Las infecciones posquirúrgicas o postraumáticas también pueden provocar la formación de fibrosis y rigidez.
Tratamiento
- El tratamiento incluye una combinación de fisioterapia intensiva, liberación de las partes blandas contracturadas, y en casos graves, cirugía para liberar las estructuras que limitan el movimiento. En algunos casos, puede ser útil la artroscopia para eliminar los tejidos que están causando la rigidez.
- La liberación quirúrgica de los tejidos blandos afectados es una opción cuando la fisioterapia no ha logrado restaurar una movilidad aceptable. Esta intervención incluye la eliminación de cicatrices, tejido fibroso y contracturas musculares, cápsulas o ligamentos que están impidiendo el movimiento del codo.
- En casos donde la rigidez es causada por factores óseos, como osteofitos o huesos desplazados que afectan la congruencia articular, se realiza una intervención para eliminar estos elementos restrictivos.
- La rehabilitación postoperatoria es fundamental y debe iniciarse de manera precoz para mantener los logros obtenidos con la cirugía. Se emplean ejercicios asistidos para movilizar la articulación y prevenir la recurrencia de la rigidez. A menudo se utilizan férulas dinámicas que ayudan a mantener la extensión o flexión durante la recuperación.
- La fisioterapia juega un papel central en la recuperación, combinada con métodos de alivio del dolor, como la anestesia troncular (bloqueo de nervios periféricos) para permitir una movilización más cómoda durante la rehabilitación intensiva.
Complicaciones
- Incongruencia articular: Si la articulación del codo no está bien alineada después del tratamiento, los movimientos pueden seguir siendo dolorosos y limitados. Este problema es difícil de corregir una vez establecido y a menudo requiere intervenciones quirúrgicas adicionales.
- Recurrencia de la rigidez: Si no se realiza un seguimiento adecuado y una movilización continua, la rigidez puede regresar, especialmente en pacientes que no realizan la fisioterapia adecuada.
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16. Fracturas de la Cabeza y Cuello del Radio
Descripción General
- Las fracturas de la cabeza y cuello del radio son relativamente comunes, representando el 30% de las fracturas de codo en adultos. Se producen generalmente como resultado de caídas sobre el brazo extendido con la mano en pronación. Estas fracturas pueden ir acompañadas de luxaciones de codo o lesiones ligamentosas.
Clasificación (Mason Modificada)
- Tipo I: Fractura parcial de la cabeza radial con desplazamiento intraarticular menor a 2 mm y sin limitación significativa en la pronosupinación del antebrazo.
- Tipo II: Fractura con desplazamiento mayor a 2 mm o con limitación en la función, y sin contacto cortical adecuado entre los fragmentos óseos.
- Tipo III: Fractura conminuta de la cabeza o el cuello del radio, que no es reconstruible quirúrgicamente.
- Tipo IV: Fractura de la cabeza radial asociada a luxación del codo.
Tratamiento
- Fracturas tipo I: Generalmente se manejan de forma conservadora con inmovilización durante 1-3 semanas. La movilización temprana es importante para evitar la rigidez.
- Fracturas tipo II: En caso de que la fractura esté desplazada, se puede requerir una reducción abierta y fijación con tornillos. Si la fractura afecta la estabilidad del codo o limita la función del brazo, se realiza una intervención quirúrgica para asegurar la estabilidad de la cabeza radial y permitir la movilización temprana.
- Fracturas tipo III: Estas fracturas complejas requieren la extirpación de la cabeza radial cuando no se puede restaurar la anatomía original del hueso. En algunos casos, en pacientes adultos, se puede colocar una prótesis de cabeza radial para mantener la función del codo. Sin embargo, la extirpación nunca se realiza en niños, ya que la cabeza radial es importante para el crecimiento y desarrollo del brazo.
- Fracturas tipo IV: Estas fracturas requieren el tratamiento tanto de la fractura de la cabeza radial como de la luxación del codo. Se realiza la reducción de la luxación y la estabilización de la fractura para restaurar la función completa del codo.
Complicaciones
- Rigidez del codo: La rigidez es común después de las fracturas de la cabeza radial, especialmente si no se inicia una movilización temprana.
- Inestabilidad del codo: Si la fractura afecta la estabilidad ligamentaria del codo, los pacientes pueden experimentar una inestabilidad crónica, lo que afecta la función del brazo.
- Pseudoartrosis: En casos en los que la fractura no consolida adecuadamente, puede ser necesaria una cirugía de revisión o incluso la colocación de una prótesis.
- Necrosis avascular: Aunque rara, puede ocurrir en fracturas complejas de la cabeza radial debido a la interrupción del suministro sanguíneo al hueso.