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Resúmenes de Traumatologia UPNA

Autor: Dr. Ángel Mª Hidalgo

RESUMEN TEMA 11

 TEMA 11- INFECCIONES- OSTEONECROSIS RESUMEN


**1. Infecciones Osteoarticulares**


Las infecciones osteoarticulares se agrupan en diferentes tipos, incluyendo la osteomielitis aguda y crónica, la artritis séptica, la artritis tuberculosa y otras infecciones menos comunes como la hidatidosis ósea.


**1.1. Osteomielitis Aguda**


La osteomielitis aguda es una infección del hueso, principalmente causada por *Staphylococcus aureus* (80%), y tiene varias vías de entrada: hematógena, traumatismos o procedimientos quirúrgicos. Esta infección afecta más frecuentemente a niños y adolescentes, localizándose en la metáfisis de los huesos largos debido a la peculiaridad del flujo sanguíneo en esta área. En adultos, es más común en la columna vertebral y tras traumatismos.


• **Clínica**: Los síntomas incluyen dolor óseo intenso y pulsátil, fiebre (en picos tipo “dientes de sierra”), signos de inflamación locales como calor, rubor e hinchazón, y limitación funcional del área afectada. En los lactantes y niños pequeños, hay riesgo de sepsis grave y complicaciones como alteraciones del crecimiento si la infección compromete la placa de crecimiento.


• **Diagnóstico**: Se basa en la presentación clínica y se confirma con pruebas de imagen y de laboratorio. Las radiografías muestran signos después de la segunda semana, como rarefacción ósea y secuestros. La resonancia magnética (RM) es la prueba de elección para detectar la osteomielitis en etapas más tempranas. El análisis de laboratorio muestra leucocitosis, aumento de la PCR y de la velocidad de sedimentación globular (VSG).


• **Tratamiento**: La osteomielitis aguda requiere un tratamiento combinado de antibióticos y cirugía. Se inicia con antibioticoterapia empírica (cloxacilina para *S. aureus*), ajustada luego según los resultados del cultivo. La duración recomendada es de 6 semanas, con 3 semanas de antibióticos intravenosos y 3 semanas de tratamiento oral. En casos complicados, se realiza desbridamiento quirúrgico para eliminar abscesos o secuestros óseos. La inmovilización del área afectada también es fundamental para reducir el dolor y controlar la inflamación.


**1.2. Osteomielitis Crónica**


La osteomielitis crónica es una infección ósea que se mantiene por más de 6 semanas, y puede durar meses o años. Surge como complicación de una osteomielitis aguda mal tratada o diagnosticada tarde, aunque también puede ser de origen exógeno (infección postraumática o postquirúrgica). Los microorganismos implicados incluyen *Staphylococcus aureus*, *E. coli* y *Pseudomonas*.


• **Anatomía Patológica**: Se caracteriza por la coexistencia de áreas de destrucción ósea y formación ósea reactiva, con presencia de secuestros óseos y envolturas de hueso neoformado (involucros).


• **Clínica**: Los pacientes presentan fístulas, abscesos recurrentes y dolor crónico. Pueden desarrollar complicaciones como fracturas patológicas y en casos raros, degeneración maligna (úlcera de Marjolin).


• **Diagnóstico**: Al igual que en la osteomielitis aguda, se utilizan radiografías, tomografías computarizadas (TAC), y resonancia magnética. Los cultivos de tejidos infectados son esenciales para guiar el tratamiento antibiótico, aunque a menudo son difíciles de obtener debido a la presencia de múltiples bacterias y resistencias derivadas de tratamientos previos.


• **Tratamiento**: El manejo es multidisciplinario, combinando antibióticos de largo plazo con desbridamiento quirúrgico radical del hueso necrosado. Se pueden utilizar injertos óseos para reemplazar las áreas afectadas, y la irrigación-aspiración es útil para eliminar bacterias residuales. En algunos casos graves, puede ser necesaria la amputación del miembro.


**1.3. Hidatidosis Ósea**


La hidatidosis ósea es causada por el parásito *Echinococcus granulosus*, que afecta principalmente al raquis, la pelvis y los huesos largos. La enfermedad se produce por la formación de quistes hidatídicos que generan abscesos óseos, fracturas patológicas y en algunos casos, compresión medular.


• **Clínica**: El cuadro clínico incluye dolor local, tumefacción, fracturas patológicas y compresión medular en casos que afectan la columna vertebral.


• **Diagnóstico**: Las pruebas de imagen como la resonancia magnética y la tomografía computarizada son esenciales para identificar los quistes y evaluar el daño óseo. Los estudios serológicos y la biopsia pueden ayudar a confirmar el diagnóstico.


• **Tratamiento**: Incluye medicación antiparasitaria con albendazol o mebendazol y manejo quirúrgico para extirpar los quistes y limpiar la infección. La evolución suele ser crónica, con posibles complicaciones como fístulas y sobreinfecciones.


**1.4. Artritis Séptica**


La artritis séptica es una infección de una articulación, que afecta con mayor frecuencia a las grandes articulaciones como la rodilla o la cadera. Los gérmenes más comunes son *S. aureus* y *Streptococcus*.


• **Clínica**: Se caracteriza por fiebre, dolor articular severo y síntomas flogóticos locales como calor, rubor y tumefacción. El dolor se incrementa con el movimiento y puede llevar a la impotencia funcional.


• **Diagnóstico**: Se basa en la aspiración del líquido sinovial, que muestra un alto recuento de leucocitos y cultivos positivos para bacterias. Las pruebas de imagen ayudan a evaluar el daño articular.


• **Tratamiento**: Requiere drenaje articular y administración de antibióticos intravenosos, seguidos de terapia oral. El drenaje puede realizarse mediante artrotomía o artroscopia.


**1.5. Artritis Tuberculosa**


Causada por *Mycobacterium tuberculosis*, la artritis tuberculosa es una infección crónica que afecta predominantemente las articulaciones portadoras de peso como la cadera y la rodilla. Tiene un curso clínico insidioso, con síntomas de dolor y rigidez progresiva.


• **Diagnóstico**: Incluye pruebas de imagen, análisis de laboratorio como la prueba de Mantoux y cultivos de tejido infectado. En casos avanzados, la radiografía muestra signos de destrucción articular.


• **Tratamiento**: El manejo incluye terapia antimicrobiana prolongada con rifampicina, isoniacida y pirazinamida, combinada con intervenciones quirúrgicas para eliminar abscesos y estabilizar las articulaciones afectadas.


**2. Discitis**


La discitis es una infección inflamatoria que afecta el disco intervertebral y las superficies vertebrales adyacentes. Es más común en la región lumbar y afecta predominantemente a niños y personas mayores.


• **Fisiopatología**: La infección se origina a menudo de una fuente distante, como el tracto genitourinario. En adultos, la infección comienza en el platillo vertebral y se extiende al disco. En los niños, debido a diferencias en la anatomía arterial, la infección puede ser primaria en el núcleo pulposo del disco.


• **Clínica**: Los síntomas incluyen dolor de espalda persistente, fiebre en algunos casos y pérdida de peso. En casos graves, puede haber abscesos epidurales que causan déficits neurológicos.


• **Diagnóstico**: Las radiografías y la resonancia magnética son útiles para identificar el colapso del espacio discal y los cambios inflamatorios en los tejidos adyacentes. La biopsia es necesaria para aislar el microorganismo causante en muchos casos.


• **Tratamiento**: Consiste en antibioticoterapia prolongada y, en casos de abscesos, drenaje quirúrgico. La evolución es favorable si el diagnóstico es precoz.


**3. Osteonecrosis (Necrosis Avascular)**


La osteonecrosis es la muerte celular de las células óseas debido a la falta de suministro sanguíneo, lo que conduce a un colapso óseo y degeneración articular.


**3.1. Etiología**


Puede ser idiopática o secundaria a varias causas, como el uso prolongado de corticoesteroides, el alcoholismo, el VIH, la enfermedad de Gaucher, la anemia drepanocítica y el trauma. Los sitios más afectados incluyen la cabeza femoral, el astrágalo y la cabeza humeral.


**3.2. Fisiopatología**


El mecanismo subyacente es la interrupción del flujo sanguíneo, ya sea por obstrucción intraluminal, vasoespasmo o compresión vascular. Esto lleva a la muerte de osteocitos, hematopoyéticos y adipocitos en la médula ósea.


**3.3. Clínica y Diagnóstico**


El paciente presenta dolor progresivo, especialmente en las áreas de soporte de peso. Las pruebas de imagen incluyen radiografías, resonancia magnética (quepermiten la detección precoz) y tomografía computarizada (TAC) para evaluar la extensión y el colapso óseo. En etapas avanzadas, se observan cambios degenerativos y colapso segmentario en la articulación afectada.


**3.4. Tratamiento de la Osteonecrosis**


El manejo de la osteonecrosis depende de la etapa y el grado de afectación ósea:


• **Fase inicial**: En las primeras fases de la enfermedad, se pueden realizar perforaciones descompresivas para reducir la presión intraósea y mejorar el flujo sanguíneo. En algunos casos, se combina con injertos óseos o aumentación para fortalecer la estructura.


• **Fase avanzada**: Cuando ya existe colapso óseo significativo, las opciones incluyen la artroplastia (prótesis total de la articulación) para restaurar la función. En casos donde la osteonecrosis afecta articulaciones menores o no soportadoras de peso, se puede considerar la artrodesis.


• **Control de factores de riesgo**: En pacientes con causas subyacentes, como el uso de corticoides, alcoholismo o trombofilias, es fundamental controlar estos factores para evitar la progresión.


**4. Osteonecrosis en Niños (Osteocondrosis)**


En los niños, la osteonecrosis afecta las áreas de crecimiento óseo, como las epífisis o las apófisis, y se clasifica como osteocondrosis. Estas condiciones son similares a la necrosis avascular en adultos, pero suelen tener un mejor pronóstico debido a la capacidad de remodelación ósea en los pacientes jóvenes.


**4.1. Enfermedades Osteocondrales**


Algunas de las patologías osteocondrales más comunes incluyen:


• **Enfermedad de Perthes**: Necrosis avascular de la cabeza femoral en niños, que puede llevar a deformidad articular si no se trata a tiempo.


• **Enfermedad de Freiberg**: Necrosis del segundo metatarsiano, frecuente en adolescentes, que provoca dolor en el antepié.


• **Enfermedad de Sever**: Osteocondrosis del calcáneo que ocurre en niños activos, con dolor en el talón durante la actividad física.


• **Enfermedad de Osgood-Schlatter**: Osteocondrosis de la tuberosidad tibial anterior, causada por microtraumatismos en la inserción del tendón rotuliano, especialmente en adolescentes que practican deportes.


**4.2. Clasificación de Siffert**


La clasificación de Siffert distingue las osteonecrosis en niños según su localización y la afectación del cartílago articular:


• **Osteonecrosis articulares**: Afectan el cartílago articular y la epífisis, como en la enfermedad de Freiberg y Perthes.


• **Osteonecrosis no articulares**: Afectan las áreas de inserción tendinosa o ligamentosa, como en Osgood-Schlatter.


• **Osteonecrosis fisarias**: Afectan las zonas de crecimiento de los huesos largos, como la enfermedad de Blount o la enfermedad de Scheuermann (cifosis dorsal juvenil).


**4.3. Tratamiento de la Osteocondrosis**


El tratamiento varía según la patología, pero generalmente incluye manejo conservador con reducción de la carga sobre la articulación afectada, fisioterapia para mejorar la fuerza y la flexibilidad, y en algunos casos, cirugía.


• **Tratamiento conservador**: Incluye la inmovilización, la modificación de actividades físicas y el uso de plantillas o férulas para reducir la carga sobre la articulación.


• **Tratamiento quirúrgico**: Se reserva para casos avanzados o cuando hay un riesgo significativo de deformidad. Las opciones incluyen osteotomías correctivas, desbridamiento articular y, en raros casos, la artroplastia en pacientes con daño articular severo.


**5. Conclusión General**


El documento destaca la importancia de un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado para las infecciones osteoarticulares y la necrosis ósea. Las infecciones osteoarticulares, como la osteomielitis y la artritis séptica, pueden tener consecuencias graves si no se tratan a tiempo, como la cronificación de la infección, la pérdida de función articular o la degeneración maligna. Del mismo modo, la necrosis ósea, ya sea en adultos o niños, puede llevar a un colapso óseo y a una degeneración articular significativa si no se interviene adecuadamente.


La resonancia magnética (RM) se establece como el método de imagen preferido para el diagnóstico precoz tanto de infecciones como de necrosis, debido a su alta sensibilidad y especificidad. El tratamiento temprano y dirigido, junto con el manejo quirúrgico adecuado en los casos necesarios, es clave para evitar complicaciones graves y mejorar los resultados funcionales a largo plazo.